Las casas ecológicas de paja están conociendo un creciente auge. Y no, no son endebles construcciones como las del cuento de Los tres cerditos. Se trata de una forma de vivir sostenible, con materiales más en armonía con el medio ambiente.
En contra de la creencia popular y lo que pudiere parecer en un principio, estas viviendas están repletas de ventajas y, en determinados aspectos, son incluso más resistentes y fiables que las de ladrillo. En la actualidad, los países donde resulta más habitual encontrar moradas de este tipo es en Francia, Alemania y Austria.
Sin embargo, cada vez se ven más en España. Entre sus múltiples ventajas, se hallan el bajo coste de sus materiales y el que pueden construirse con materiales de construcción local, con el gran abaratamiento que supone el no tener que depender de transportistas ni importaciones.
En nuestro país, existen ya entidades y empresas especializadas en la edificación de viviendas (y oficinas) de paja: concretamente, la Red de Construcción con Paja (RCP) o Ecopaja son los nombres más conocidos en el momento presente.
Ecopaja se autodefine como empresa de bioconstrucción ecoeficiente. Los edificios dan lugar a nada menos que un tercio de las emisiones globales de CO2. Esta empresa española afirma que edifica tanto casas como espacios de trabajo con materiales que permiten una reducción del 90% de esas emisiones.
Las ventajas de las casas ecológicas de paja
Son variadas y considerables, pero han de destacarse sobre todo las siguientes, algunas de las cuales pueden provocar cierto asombro:
– Son ignífugas y conllevan un mucho menor riesgo de incendio.
– Son energéticamente eficientes. Por ejemplo, Ecopaja construye estos inmuebles con madera maciza como elemento estructural y paja de trigo debidamente compactada para los aislamientos. Con ello, se logran satisfactorias propiedades acústicas, térmicas y bioclimáticas.
– Como ya hemos mencionado arriba, son más baratas que los construidos con materiales modernos convencionales, tales como el ladrillo, cemento, hormigón, etc.
– Carecen de compuestos orgánicos volátiles (COV), hidrocarburos que se volatilizan en la atmósfera y contribuyen a la contaminación y el cambio climático. Estas construcciones no sólo generan carbono e hidrocarburos, sino que los absorben a la largo de su ciclo de vida, con lo que refuerzan conservación misma del medio ambiente.
– Son habitables, saludables y duraderas.
Calidad, la durabilidad y la eficiencia energética.
Estas construcciones vienen pegando fuerte. Por ejemplo, en Tróconiz, municipio de la provincia de Álava, se edificó una espaciosa casa unifamiliar con un aislamiento térmico perfectamente hermético, y sobre un suelo radiante, conectado a una bomba de calor aerotérmica y un recuperador de calor de doble flujo.
Según el diario El País, las casas ecológicas de paja viven en España su momento más dulce. Aunque es posible que la demanda continúe aumentando en los próximos tiempos, como de hecho ya lo está haciendo.
No es de extrañar, pues la formación técnica en construcción de viviendas con estos materiales se está difundiendo cada vez más, pues a muchos usuarios les interesa conseguir una vivienda de menor coste ahorrándose los contratistas y la mano de obra, y aportando su propio trabajo personal.
¿Serán las casas ecológicas de paja el futuro?
Recommended for you
