Las nuevas tendencias en interiorismo se han visto considerablemente potenciadas por la coyuntura pandémica. Por supuesto, esas tendencias se han ido amoldando a la situación, y ahora prima de forma mucho más señalada, conceptos tales como el confort o el entorno hogareño y acogedor.
Así por ejemplo, uno de los aspectos mas importantes en la decoración de interiores de esta temporada es la preocupación por la ecosostenibilidad. El cambio climático es un problema universal y generalizado que está en todas las bocas y las inquietudes ecológicas, como resulta evidente, se están extendiendo y difundiendo cada vez más por todo el orbe.
Así, las tendencias en interiorismo apuestan por los materiales sostenibles y reciclados que están siendo más solicitados que nunca antes. En este sentido, los revestimientos decorativos de cemento con base acuosa y materiales procedentes del reciclaje se hallan cada vez más en boga.
Las tendencias en interiorismo apuestan por la sostenibilidad
Dentro de esta actual, y creciente, preocupación por la sostenibilidad, la elección de materiales trabajados artesanalmente y que no dejen residuos, es también harto habitual. Como material proveniente del reciclaje, sigue estando presente en muchos hogares el mobiliario de pasta de papel o cartón.
La inspiración natural de la decoración y el mobiliario es otra de las facetas más destacadas del interiorismo de la actual temporada otoño-invierno. La presencia generosa de plantas de interior es un buen contrapeso que nos ayudará a contrarrestar la, un tanto desmesurada, omnipresencia de electrodomésticos, aparatos electrónicos, y hardware y periféricos informáticos, amén de los copiosos cables que reptan por nuestras paredes y suelos.
Además, es muy necesario que tengamos en cuenta que las plantas aportan una función terapéutica muy valiosa, puesto que purificar el aire de día y contribuye a nuestro bienestar y equilibrio psíquico y emocional. A esta recomendable y fundamentada querencia vegetal hay que añadir la gran presencia de materiales en madera.
La amalgama de texturas destaca también en el interiorismo del momento. Los contrastes entre diversos acabados, como por ejemplo entretejidos y vigas de madera al descubierto con paredes lisas, o superficies rugosas y artesanales con acabados más industriales y pulidos, da mucho juego en términos visuales, ornamentales y arquitectónicos, razón por la que se encuentra muy en boga en la actualidad. La riqueza y variedad de los revestimientos, que va desde los metales, el cemento pulido y el microterrazo, hasta la pizarra, las hebras naturales, o los materiales textiles, respaldan esta pujante y vigorosa tendencia.
Dentro de esta propensión a los contrastes, despunta fuertemente la combinación de gamas cromáticas neutras con otras más vivas, llamativas o saturadas. Así, los azules, grises, o amarillos claros, se suelen contrastar con tonos como el azul oscuro, el verde oliva, o el amarillo mostaza.
La presencia de minerales, piedras, telas naturales y artesanales, etc, humanizan el entorno y le aportan ese toque natural directo y sin apenas mediaciones, se puede hacer de nuestro hogar algo más auténtico y bello. Los materiales metálicos y la sofisticación contrastan llamativamente con estos materiales y con aquellos de procedencia natural, tales como los acabados en madera.
En cambio, también siguen en auge los llamados hogares industriales, en que las superficies en madera pulida se enfrentan deliberadamente con lámparas metálicas, mobiliarios de sofisticado diseño, y paredes de ladrillo visto. Los muebles discretos y el minimalismo decorativo pon notas clave en está interesante concepción ornamental.
Por último, continúan perviviendo los estilos decorativos nórdico y japonés, e incluso, ambos armoniosamente entremezclados. A todo ello hay que agregar que el estilo rústico moderno contra ataca de nuevo junto con el vintage, así como el wabi sabi, que resalta la belleza de lo gastado e imperfecto, inspirándose en las enseñanzas orientales del budismo zen.