Los arrendadores tienen grandes preocupaciones en la cabeza, estas inquietudes influyen mucho a la hora de elaborar un contrato de arrendamiento y, por supuesto, de elegir a los inquilinos. La lista de preocupaciones de los arrendadores de viviendas es, en gran medida, bien conocida y divulgada tanto por el público y los consumidores como por los medios de comunicación de masas.
Según publicaciones como El Confidencial, algunas de las principales inquietudes de los caseros serían las siguientes: el temor a cómo quedará la casa tras la estancia del inquilino, el miedo a la morosidad del arrendatario, la preocupación por el intervencionismo estatal a través de la regulación normativa de los alquileres o la ocupación de viviendas vacías.
Es llamativo y sumamente significativo que las diversas legislaciones aprobadas para combatir tales inquietudes no hayan conseguido disminuir o variar estas en absoluto.
El reciente informe Radiografía del arrendador en España, elaborado por Fotocasa y la Agencia Negociadora del Alquiler (ANA), constata que, efectivamente, dichos temores persisten, hasta el punto de que están condicionando la todavía insuficiente oferta de alquileres del mercado inmobiliario español.
Y es que una parte considerable de los propietarios dejan sus viviendas vacías por no querer destinarlas al arrendamiento, ante las inquietudes que les acechan en la situación de incertidumbre que a menudo asalta a los caseros en la actual situación: okupas, morosos, inquilinos que dan a la vivienda un trato inapropiado o directamente vandálico o las dificultades para desahuciar a quien no paga, son problemas de gran envergadura que resultan insuficientemente combatidos por el marco legal y normativo español.
Nueva regulación del mercado del alquiler en 2021
En este año 2021 ha llegado una nueva regulación del mercado del alquiler. Es cierto que las preocupaciones y fantasmas de muchos caseros han quedado disipadas por la renuncia del Ejecutivo a regular los precios de arrendamiento. Al contrario: las bonificaciones fiscales han sido la vía escogida para regular la moderación de las tarifas de alquiler en el turbulento mercado inmobiliario de nuestro país.
Tanto los incentivos fiscales como las medidas antidesahucios son dos de los aspectos que se encuentran, desde hace no poco tiempo, en el ojo del huracán de toda controversia sobre los arrendamientos inmobiliarios en España. Según el mencionado informe, cimentado en más de 800 entrevistas, el 60% de los caseros españoles opina que el intervencionismo del Estado únicamente puede contribuir a frenar la oferta de alquileres.
De este modo, puede decirse que el Gobierno español ha respondido, al menos hasta cierto punto, a los intereses concretos de los arrendadores, pues la intervención estatal se ha realizado a cambio de incentivos fiscales, tal y como querían la mayoría de integrantes de este colectivo, al menos según las conclusiones de la encuesta de ANA y Fotocasa.
La Directora de Estudios de Fotocasa, Ana Matos, insiste en la necesidad ineludible de que la Administración genere un clima de confianza respondiendo a las demandas y preocupaciones de los arrendadores. En el aludido informe, se concluye que el 67% de los arrendadores aceptar el intervencionismo estatal a cambio de incentivos fiscales, y que el 75 % lo acepta a cambio de la agilización de los procedimientos de desahucio.
También resulta sumamente ilustrativo que el 73% de los arrendadores desearían poder consultar los antecedentes de impago de los potenciales inquilinos en registros oficiales, lo que consideran una garantía de seguridad absolutamente necesaria.
Asimismo, hay que tener en cuenta que el 62 % de los arrendadores estima que los alquileres son elevados o muy elevados. Ello también nos proporciona un indicio sobre la voluntad de limitar razonablemente, y en la medida de lo posible, los alquileres. Otro aspecto que nos invita a ser optimistas a la hora de disminuir la tensión entre diversos intereses en el actual mercado inmobiliario.