Hay más pisos en alquiler que nunca, puesto que, según informan los especialistas del sector inmobiliario, en el año de la pandemia se ha disparado la oferta disponible. Los precios del arrendamiento residencial han sufrido caídas verdaderamente históricas, encabezadas por Barcelona y Madrid. Según Idealista, el stock de pisos en alquiler se ha incrementado en el desmesurado porcentaje de un 78%.
La oferta de viviendas se ha duplicado. Ello al mismo tiempo coincide con un crecimiento más que considerable del interés de los españoles en cambiar de vivienda: incremento que se refleja en un 77% de media, también según Idealista.
Ya en noviembre del pasado año, según datos de la empresa especializada en arrendamientos inmobiliarios Badi, el alquiler de habitaciones había aumentado en un vertiginoso 48%, y la demanda de pisos compartidos, en un 20%.
Según Carlos Pierre, CEO de Badi, este aumento se debe atribuir al mayor interés de la gente en aprovechar espacios insuficientemente utilizados, y también en obtener ingresos suplementarios en una coyuntura de crisis generalizada.
Además, en diciembre, tanto El País como la prestigiosa publicación económica Expansión pronosticaban nuevas caídas en los precios del alquiler durante este año 2021.
¿Continuará así la situación durante mucho? tiempo?
Sin embargo, también hay razones contundentes para sostener que el ajuste a la baja de tales precios ni durará tanto ni será tan intenso como en la crisis financiera de 2008. Las entidades financieras ya no conceden créditos con tanta facilidad como antaño, y ello aleja el peligro de grandes caídas así como de grandes y arriesgadas burbujas.
El problema fundamental que explica estas bajadas está muy claro: la demanda de pisos en alquiler ha descendido mucho, pero la oferta es ingente. Según afirma José García-Montalvo, catedrático de la barcelonesa Universidad Pompeu Fabra, en realidad las caídas son aún mayores que las que se están reflejando en las estadísticas, pues estas se elaboran a partir de datos de las ofertas, cuyos precios no se corresponden generalmente con el finalmente pactado entre arrendador e inquilino.
Además, según García-Montalvo, podrían anticipar nuevos descensos, porque indican que el propietario está dispuesto a pactar precios aún más moderados. En afirmaciones de José María Alfaro, quien dirige una agencia del sector en la ciudad de Madrid, los arrendadores están compitiendo entre sí por el mayor tiempo que se tarda en poder alquilar un piso.
Es un buen momento para el arrendatario de pisos en alquiler
Se da la paradoja de que es un buen momento para el cliente o potencial arrendatario, ya que este se encontrará los precios más bajos que nunca en bastantes años atrás, y además, hallará al arrendador mucho más dispuesto a negociar a la baja que en los tiempos previos del apogeo de los alquileres en Madrid y la Ciudad Condal como en otras localidades de España.
Sea como fuere, y visto desde el otro lado del cristal, la recuperación económica aún no será total, y quizá no pueda esperarse un despegue de los precios de alquileres hasta 2023, en opinión de múltiples expertos económicos, como el profesor de la Universidad de Barcelona Gonzalo Bernardos.
Por lo tanto, la situación económica de los arrendamientos desata polémicas incluso en la calle, y da lugar actualmente a muchas reflexiones que se vinculan al ritmo de la economía y sus altibajos.