La desactivación económica y el estado de congelación de la economía que tanto se han extendido a raíz de la pandemia y el estado de alarma, no parece haber afectado al mercado de la vivienda de obra nueva y la construcción.
De momento se puede decir que los precios ni tan siquiera han descendido, según datos del diario de información económica del sector EjePrime. Ni tan siquiera prevén los expertos que el precio de la obra nueva tienda a decaer en los meses venideros. ¿Por qué esta vitalidad?
El nivel de endeudamiento de las promotoras de obra nueva no es muy alto, y puede asumirse a corto y medio plazo, lo que favorece tanto una rápida recuperación del parón del confinamiento, como una normal continuación de su actividad económica.
Otra razón es la que explica el promotor de obras Samuel Población, y es que el margen de este sector de actividad para que los precios se ajusten, apenas existe como tal. Si acaso, se habla, eso sí, de que se retrase el lanzamiento anunciado y previsto de nuevas promociones de vivienda de obra nueva.
Además, otra ventaja sobreañadida para el sector de la construcción es que puede aguardar a conseguir la preventa de las viviendas antes de comenzar propiamente la obra que se está promoviendo.
Una demanda elevada y una oferta escasa: clave para la estabilidad
Otra de las claves fundamentales para que la vivienda de obra nueva sea estable en sus precios y con buenas expectativas para el mañana inmediato, se halla en que, sobre todo en las grandes urbes, se está dando una gran demanda de nuevas viviendas en construcción, y sin embargo, la oferta es prudencialmente pequeña.
Ello facilitará el que se recupere el ritmo previo con gran rapidez en cuanto sea posible, tal y como afirma Mikel Echavarren, consejero delegado de la importante empresa inmobiliaria Colliers.
Echavarren también concede gran importancia en la salud del sector constructivo al hecho de que no va a haber bajadas significativas de precios, o incluso, según las zonas, ningún descenso, puesto que las promociones que ya se han lanzado cuentan con una proporción de preventas bastante alta y muy satisfactoria.
Y, aun así, podrían aguantar sin vender hasta un 30% de sus promociones, ya que su nivel de deuda, como ya hemos apuntado más arriba, es bastante razonable.
El responsable del área de inmuebles empresariales de la prestigiosa consultoría Forcadell, Toni López, afirma que la demanda sigue siendo amplia, y que puede preverse fácilmente un ajuste de precios de hasta el 15% para comienzos de la recuperación, que presumiblemente se dará entre finales de 2020 y principios de 2021.
Estabilización de los costes para la vivienda de obra nueva
Echavarren también prevé una estabilización de los costes de la construcción. La construcción es algo que se relaciona con mercados múltiples, y sigue siendo algo esencial para el funcionamiento de la economía del país.
No se están produciendo, ni mucho menos, las convulsiones y sacudidas que eran de temer, y es que el sector de obra nueva goza, incluso en estos tiempos tan azarosos y difíciles, de una salud ciertamente envidiable.
Por lo tanto, sí se puede decir que es buen momento para la preventa y para la vivienda de obra nueva. El mercado se mantiene estable y sano, y es harto recomendable para el inversor.
Mientras que la venta de inmuebles de segunda mano ha sufrido un parón considerable desde la declaración del estado de alarma, según datos del diario El Confidencial, también es cierto que la propia escasez de la oferta juega a favor de este sector, cuya salud aún se encuentra a buen recaudo, y a prueba de pandemias.
