La logística inmobiliaria resulta ser el segmento del mercado del inmueble que mejor está sorteando los actuales desajustes derivados de la pandemia. A día de hoy, se está hablando de la llamada inmologística como un buen negocio para afrontar airosos la coyuntura azarosa e incierta por la que venimos transitando.
Alejandro Rumayor, de Logicor España, afirma que la propia situación consolidada del sector logístico apunta a que este pueda transformarse en un auténtico sector-refugio de la inversión.
Además, la organización actual de la logística por medio del software ecommerce está suponiendo un mucho mayor potencial para este segmento económico. Este es un punto importante, pues, tal como sostiene Óscar Heras, director de Gazeley España, la crisis pandémica ha forzado una mucha mayor adaptación de las empresas al mercado online.
Sin embargo, también hay otros segmentos o porciones de la logística que han sufrido un impacto perjudicial con la crisis que venimos padeciendo. Así, mientras que el ecommerce de moda y complementos y la inmologística gozan de buena salud, no puede decirse lo mismo de la automoción o de la producción industrial, que se han resentido de una coyuntura adversa.
Sí que puede afirmarse con rotundidad que la crisis ha acelerado e incrementado a niveles más que notorios el desarrollo del ecommerce, y esto es muy positivo para los inversores inmobiliarios.
La inversión en inmologística se mantiene estable
Conforme a lo dicho y a diversos estudios y análisis, se prevé que varios sectores económicos, entre ellos el de la vivienda, habrán de aprovechar la demanda de activos logísticos en los próximos dos o tres años: es decir, en tanto la crisis se solventa y la economía remonta. Se cree que la crisis podría comenzar a remitir en la segunda mitad de este mismo año 2020, y que aun así la logística saldría fortalecida de tal coyuntura.
Una de las fuentes para este optimismo es el reciente y pormenorizado estudio de la multinacional Prologis, especializada en logística. Para esta empresa, los cambios provocados por la situación del Covid-19 van fundamentalmente en tres direcciones:
– Mayor espacio y niveles de inventario. Los desastres naturales, epidemias, etc, conducen a que el bien distribuido lo sea de forma más paulatina o escalonada. Es por ello que la actual estabilidad y previsible crecimiento futuro inmediato de la inmologística esté fuertemente influido por el mayor temor a imponderables.
– Continuará expandiéndose el ecommerce. El comercio electrónico es el porvenir, si es que no ya el presente. En la situación pandémica, no es preciso que insistamos que las compras online se han incrementado más que notablemente. Esta tendencia se mantiene y es fácil de pronosticar que se profundizará en lo sucesivo.
– Las ubicaciones de fabricación se están diversificando. Sencillamente, los lugares donde se fabrican las cosas, entre ellas los materiales de construcción, rehabilitación y reforma, tienden a globalizarse cada vez, a internacionalizarse más de lo que ya lo estaban, de modo tal que requieren de una mayor estrategia global de suministros.
Por lo tanto, y como podemos apreciar, la logística inmobiliaria tenderá a crecer a partir de su actual estabilidad, y es de presumir que más aún en un sector tan esencial como es el inmobiliario.