La actual y excepcional situación de la pandemia, está suponiendo un vuelco en lo que serán las nuevas oficinas y en múltiples usos sociales, también en el sector inmobiliario. Ello, por supuesto, está conduciendo a una reinvención de los centros de trabajo, entre ellos las nuevas oficinas, para así poder amoldarse a esta nueva y desconcertante coyuntura.
Algunos cambios se darán sólo por el momento, pero otros, está claro que se quedarán ya por tiempo indefinido, y como prevención de males y contagios en futuras crisis sanitarias que pudieran sobrevenir.
Guzmán de Yarza, de la consultora inmobiliaria JLL, afirma que no se puede predecir sobre la venidera evolución de la pandemia y sus consecuencias palpables en las nuevas oficinas. Pero sí es cierto que ya contamos con algunos indicios que nos permite ir conociendo o perfilando, la actual evolución del sector de los inmuebles en lo que a oficinas se refiere.
El teletrabajo ha llegado para quedarse
Lo que también es seguro es que en absoluto se puede afirmar que el teletrabajo va a sustituir o está sustituyendo de forma absoluta, ni tan siquiera mayoritaria, el trabajo in situ en la oficina. Ello es sobremanera importante para comenzar a trazar un perfil de la situación en este sentido.
La evolución de la situación y la coyuntura presente si conducen fácilmente a pensar que se dará un equilibrio entre el trabajo tradicional en entorno oficinesco, y las fórmulas de coworking.
También se habla repetidamente de que gran parte de la plantilla sí tenderá a trabajar en remoto, y que ya no será viable la aglomeración de puestos de trabajo presenciales en grandes superficies.
Las actuaciones para otorgar la debida y necesaria prioridad a los empleados a través de las medidas de seguridad y del propio diseño de las instalaciones y su configuración espacial, es algo que determinará el futuro inmediato de los nuevos espacios y de las nuevas oficinas.
La seguridad: un antes y un después en las nuevas oficinas
Está claro que las oficinas que cuenten con una mejor adaptabilidad a las medidas de seguridad y prevención ganarán un plus frente a la competencia. Las otras necesitarán adaptarse, reconvertirse y reconfigurar sus espacios, para de este modo seguir compitiendo en el mercado en buenas condiciones.
Los espacios más amplios que permitan mayores distancias de seguridad, las paredes prefabricadas y paneles de separación, o el suministro de desinfectantes cotidianos como gel hidroalcohólico por empresas de servicios, son nuevos factores para la nueva oficina de esta coyuntura, que antes eran impensables en determinados aspectos, pero que ahora devienen imprescindibles.
La importancia de los protocolos de actuación en las nuevas oficinas
Ejecutivos de la inmobiliaria norteamericana Cushman & Wakefield hacen énfasis en la importancia primordial de establecer protocolos de actuación y de seguridad en la nueva situación. Ya se están publicando guías (como la de la compañía CBRE) en que se establecen o recomiendan tales medidas de seguridad.
Con la distancia de seguridad de 1 metro (mínimo posible en la actualidad), la proporción de espacio ocupado por los empleados habrá de bajar hasta en un 40%. Si es de 2 metros, hasta un 60%. Por lo tanto, se imponen varias consideraciones al respecto:
– Será más necesario que nunca antes buscar espacios amplios, muy por encima de la ubicación geográfica de los mismos en la urbe o el cinturón urbano. Ello tal vez conduzca a un mayor auge de la oferta inmobiliaria de oficinas en municipios más apartados.
– La combinación de trabajo presencial y teletrabajo parece inevitable.
– El rediseño y reubicación de las oficinas, su nueva compartimentación, e incluso acometer obras de reforma en muchas de ellas para amoldarlas a la coyuntura imperante, deviene cada vez más necesario.
Vemos, por lo tanto, cómo el análisis de la situación presente puede darnos varias claves sobre cómo habrán de ser la oferta y la demanda inmobiliaria de oficinas en un futuro que ya está aquí.