Las hipotecas están creciendo otra vez desde septiembre de este año, según datos del Instituto Nacional de Estadística y del Colegio de Registradores de la Propiedad. Desde diciembre del pasado año que no se había experimentado un repunte semejante, pues desde comienzos de este otoño las hipotecas se han incrementado un 18’4% de tasa interanual, hasta llegar a firmarse 26.878 contratos, según datos del INE. Por su parte, el Colegio de Registradores ha difundido datos de mejora de los préstamos para hipotecas, que, si bien se mantienen en cifras negativas, han mejorado, lo que proporciona razones para el optimismo.
Una de las causas fundamentales de esta situación es que el importe tiende a descender: así, actualmente la media se halla en un 1% por debajo del año pasado, en 135.035 euros, según el INE. Según la gráfica del mismo organismo oficial, el número de viviendas hipotecadas y su valor habían bajado considerablemente en julio-agosto de este año, para experimentar una notoria remontada en septiembre, tanto en su número como en un tímido aumento de valor, que se halla por debajo de las cifras de 2019. Por lo tanto: más hipotecas, sí, pero más baratas que el pasado año.
Además, en el análisis de tales cifras estadísticas oficiales, se puede apreciar un ritmo de crecimiento intermensual de las hipotecas ciertamente frenético: este supera nada menos que el 35%. Septiembre ha sido el primer mes en que se ha dado un crecimiento interanual de las hipotecas desde que se produjo el estallido de la pandemia en el infausto marzo del confinamiento domiciliario. Otra razón diáfana y cristalina para alentar la esperanza en el sector y su futuro inmediato. Además, el director de estudios de la web Pisos.com, Ferran Font, afirma que los datos actuales se asemejan mucho a los de 2016, cuando el mercado se encontraba en franca expansión tras la larga noche de 2008 en adelante. Como la actual crisis no se basa en la sobreinversión ni el estallido de la burbuja financiera e inmobiliaria, sino en fenómenos ajenos a las dinámicas mercantiles, todo parece auspiciar que se superará con mucha mayor facilidad y con una solvencia y liquidez que no existían entonces.
Centrándonos en datos trimestrales, y siguiendo la nota de prensa publicada por el Colegio de Registradores de la Popiedad de Madrid (Estadística Registral Inmobiliaria 3T 2020, publicada el 30 de noviembre), el endeudamiento hipotecario por vivienda se ha incrementado en un 5,5% sobre el trimestre previo, arrojando ello una media de 136.895 euros. Tan sólo cuatro comunidades autónomas han sobrepasado la media nacional: Madrid (210.315 €), Baleares (176.135 €), Cataluña (164.638) y País Vasco (155.426 €). Es decir: precisamente aquellas donde suele haber mayor actividad inmobiliaria. También resulta curioso que, según datos de la misma nota de prensa del mencionado Colegio profesional, la distancia entre hipotecas de interés fijo y de interés variable se haya reducido en los últimos meses. Los créditos hipotecarios a interés fijo han presentado una cuantía media del 2,4%, en tanto que en los créditos a interés variable, el tipo de interés medio ha sido del 2,1%. O sea, que el diferencial entre ambos tipos se ha visto reducido en 0’35 puntos.
Sin embargo, también según cifras del mismo Colegio profesional, otros datos resultan más sombríos: las ejecuciones hipotecarias por impago han registrado un incremento del 66%. Es decir, que se aprecia un claroscuro, en que, junto a las dificultades económicas de muchas familias, los precios de las hipotecas descienden y parece vislumbrarse un rayo de luz en la oscuridad. Además, el periodo medio de pago de los créditos hipotecarios ha disminuido en un 1’7%, situándose en los 23 años y 6 meses, lo que resulta ligeramente más ventajoso para el comprador que antes. Por lo tanto, pese a las tinieblas que aún persisten, todo parece indicar que el sector continuará repuntando, lentamente, pero con firmeza.
