El alquiler de viviendas en España se ha disparado hasta el punto de ser el modo de acceder a la vivienda de un cuarto de la población, un 25%, según datos de Eurostat. Si en nuestro país, la tendencia es tener una casa en propiedad y la mayoría de personas se inclinan por la compra, la falta de vivienda y el encarecimiento de esta, han activado nuevas fórmulas hasta picos muy altos, como es el alquiler.
El boom del alquiler está relacionado con la presión de la demanda, casi un 35% de las personas que buscan casa, acaban alquilando. Este es un factor clave que hace que los precios se encarezcan, sumado a los costes de producción o la incertidumbre hacen que, el acceso a una vivienda sea más difícil para los inquilinos en ciudades como Madrid o Barcelona, sobre todo.
Y es que, la falta de vivienda nueva asociada a los altos costes de producción, hacen que los pisos de alquiler sean una fórmula en aumento que podría llegar al 40% en las próximas décadas, adaptándonos a una forma de adquirir vivienda como muchos de nuestros vecinos europeos.
Falta de vivienda: nuevas fórmulas de alquiler
En este sentido, durante los últimos años, coincidiendo con la llegada de la pandemia, se potenció mucho el Build to rent, es decir, construir edificios que luego se destinan al alquiler, una modalidad al alza que cubre las necesidades de aquellos que buscan pisos más amplios, exteriores y con servicios adicionales entre otras comodidades.
Estamos llegando a cifras similares al resto de Europa en cuanto a parque de alquiler en España y en los que influyen aspectos sociológicos, la movilidad geográfica, o el coste del acceso a la vivienda entre otras. El cambio de mentalidad es complicado, ya que venimos de una sociedad donde la gran mayoría vive/vivían en propiedad.
Si el boom del alquiler se da en un momento en el que los precios de la vivienda son más caros, otro nuevo boom surge a la par, como es la compraventa de vivienda usada, más asequible para muchos de quienes quieren conseguir invertir en un inmueble. En términos mensuales, marzo y febrero, fueron meses donde la compraventa de viviendas se incrementó un 10,5 % aunque esta tendencia alcista se ha visto truncada por el comienzo de la guerra Rusia-Ucrania y la subida de la inflación de los últimos meses.
Aun así, la compraventa de viviendas marcó su mejor semestre desde 2007, aunque la desaceleración de produjese ya en el mes de junio, marcaba un 3,4% respecto al período anterior, en el que se llevaron a cabo 58.010 operaciones de compraventa, un aumento del 18,8 % si se compara con el mismo periodo del año anterior.
Esta ralentización de la compraventa se debe sobre todo al encarecimiento de la financiación, la inflación y una posible recesión económica como señalan desde Idealista, por lo que tal vez se produzca una estabilización y caída de precios en los próximos meses.
Por tanto, la evolución del mercado inmobiliario en los próximos meses dependerá de cuestiones económicas, geopolíticas, inflación o costes de producción, lo que sí es una tendencia al alza, por diversos motivos que hemos visto, es que el boom del alquiler está cambiando el paradigma de la vivienda en propiedad.