La compraventa de viviendas unifamiliares se ha disparado en los dos primeros cuatrimestres de 2021. Ya en el mes de julio se habían cerrado 50.258 ventas. Podemos hablar, por lo tanto, de la cifra mensual más elevada desde los tiempos de la llamada burbuja inmobiliaria. Hemos de tener en cuenta que desde abril de 2008 la cifra de transacciones en este sentido jamás había sobrepasado el umbral de las 50.000 ventas.
Periódicos como El Confidencial se hicieron eco de estos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) a finales del pasado mes de septiembre. Y no es para menos, pues reflejan una inesperada euforia del mercado de compraventa inmobiliaria, tales como no se conocían desde los tiempos previos a la debacle financiera desencadenada por la crisis hipotecaria estadounidense.
El último boom inmobiliario tuvo lugar en el mencionado mes de abril de 2008, en que se registraron 54.000 transacciones de compraventa. Así pues, nunca antes en los 13 últimos años se había producido un fenómeno semejante. Según María Matos, directora de Estudios y Portavoz de Fotocasa, estos datos son muy positivos, porque reflejan el gran valor que la propiedad inmobiliaria tiene para los ciudadanos españoles a día de hoy.
¿Tiene que ver el teletrabajo en todo este cambio de tendencia en viviendas unifamiliares?
Las cifras vuelven a ser las previas a la pandemia. Así lo puntualiza Ferran Font, director de Estudios de pisos.com. El incremento interanual de compraventa de viviendas unifamiliares en 2021 respecto al año anterior puede calificarse de asombroso: ha sido nada menos que del 53,5%. A lo largo de todo este año, el incremento positivo de las ventas se ha dado de forma ininterrumpida.
Asimismo, las operaciones sobre viviendas nuevas, consideradas en sí mismas y aisladamente, se han incrementado en un 40,2%, hasta abarcar las 9.510 operaciones en total. Y, en lo que respecta a las operaciones sobre vivienda de segunda mano, han aumentado en un 56,9%, hasta la cifra de 40.748 transacciones en total. Por todo ello, bien puede afirmarse que el sector del inmueble encabeza hoy la recuperación y resiliencia de la economía española.
Como señala María Matos, de Fotocasa, curiosamente los datos son altamente positivos y favorables, incluso si se comparan con los de 2019. Además, otro aspecto de interés es que la vivienda de obra nueva, hasta hace bien poco muy postergada en los mercados autóctonos, ha repuntado considerablemente, y continua suscitando gran interés. Tanto es así, que según Matos, este tipo de vivienda está transitando por un apogeo sin precedentes desde que estalló la temida pandemia global.
Una de las razones fundamentales de que un creciente número de españoles prefiera la obra nueva, según Matos, es atribuible a las amplias zonas comunes, terrazas, jardines y piscinas que se incluyen en tales construcciones de nuevo cuño. Por supuesto, también la cada vez más notable presencia del teletrabajo es un factor clave a la hora de considerar la evolución reciente de la demanda en viviendas unifamiliares.
Y es que el poder trabajar a distancia, si se confronta además con la carestía de las zonas céntricas, atrae a muchos potenciales compradores hacia la periferia, el extrarradio, hola zonas rústicas. A ello hay que añadir que es muy posible que, tanto la nueva Ley de Vivienda como los fondos europeos Next Generation influyan muy beneficiosamente en el mercado inmobiliario del porvenir inmediato.
A todo lo ya mencionado es preciso añadir que la transmisión de viviendas por herencia ha crecido interanualmente en un significativo 20,2%. En el informe ‘Las herencias de vivienda durante la pandemia’ confeccionado por Fotocasa Research, puede apreciarse la muy favorable evolución de la adquisición de inmuebles residenciales por esta vía. Otra señal de que los vientos están cambiando.