Las casas prefabricadas móviles constituyen una muy buena solución inmobiliaria para los bolsillos modestos. Además, facilitan el compaginar una vida inquieta y nómada con la posesión de una casa propia, de un íntimo santuario para nosotros y nuestra familia.
Conocidas también como mobil homes, este tipo de viviendas no son consideradas a efectos legales como bienes inmuebles propiamente dichos, lo cual reporta numerosas ventajas en todo lo referido a la burocracia jurídica y el desembolso económico inicial que supone la adquisición de la propiedad de un bien residencial.
Se trata de viviendas prefabricadas cuya ubicación podemos cambiar a nuestro albedrío, y sin necesidad alguna de desmontarlas. Sencillamente, se trasladan de un lado a otro con la mera ayuda de un remolque. A todo ello cabe señalar que suponen un ahorro más que sustancial de los costes iniciales, por factores tales como que no precisan de cimentación ni tampoco requieren de licencia de obras.
Las casas prefabricadas móviles son, indudablemente, la forma más cómoda de cambiar de aires cuando nos apetezca o así lo necesitemos, conservando al mismo tiempo la vivienda en propiedad.
Qué requisitos legales existen para las casas móviles
Bien es cierto que podemos instalar este tipo de casas prácticamente en cualquier lugar que queramos, pero asimismo hemos de tener muy en cuenta los requisitos legales y normativos a propósito de su instalación.
Por lo pronto, las casas prefabricadas móviles deben cumplir con las condiciones exigidas de habitabilidad, así como con las correspondientes ordenanzas municipales referentes a la vivienda.
Las casas móviles están tratadas como bienes muebles por el Código Civil y su artículo 335. Asimismo, se hallan reguladas por la norma UNE-EN 1647:2019, que abarca tanto vehículos habitables de recreo como residencias móviles, en lo que atañe a requisitos de habitabilidad concernientes a la salud y la seguridad.
Sea como fuere, las casas prefabricadas móviles no precisan de permiso alguno de edificación, a menos que necesiten de cimientos.
Pero ha de quedar claro que lo preferible en esta índole de viviendas es un entorno en que pueda gozar de cierta independencia, a la par que de una conexión a la red, cómo puedo hacer el caso de aparcamientos de autocaravanas, o bien campings. La razón de ello estriba primordialmente en que, si la casa necesita de suministros municipales, entonces se verá regida por normas municipales idénticas a las de las viviendas convencionales o tradicionales, y en consecuencia habrá de aportarse la misma enojosa y costosa documentación.
Además, si queremos instalar nuestra casa móvil en un terreno calificado como rústico, habremos de consultar el ordenamiento jurídico al respecto de la Comunidad Autónoma en que nos hallemos.
¿Son especialmente asequibles este tipo de vivienda?
Ha de señalarse que uno de los grandes beneficios de las viviendas prefabricadas móviles es su muy bajo precio en comparación con las viviendas tradicionales, e incluso con otras modalidades de casas prefabricadas. Se fabrican según modelos industrializados en serie, lo que supone una más que apreciable disminución de costes, lo que afecta al precio final de mercado, pero también a la gran variedad donde elegir.
Según afirma José Francisco, gerente de la empresa especializada Sport Homes, los precios basculan entre los 9.500 y los 40.000 €. El precio, lógicamente, se ve determinado por aspectos como las diversas características de la vivienda, su tamaño, su antigüedad, etc.
Así por ejemplo, se ofrecen en el mercado actual numerosas casas prefabricadas móviles de segunda mano, pero, para despejar toda duda y evitar disgustos posteriores, lo más aconsejable es contar con la inspección previa de un profesional especializado y cualificado.
Por lo tanto, las viviendas prefabricadas móviles son una buena opción de bajo coste, pero siempre que sepamos sopesar los pros y los contras, así como la relación calidad-precio.