Con la excepcional situación por la que estamos transitando, se está dando un rasgo esencial en el mercado inmobiliario: aumentan el número de viviendas en alquiler en detrimento de las compraventas. Es lógico: ante inseguridad presente, los clientes del sector están prefiriendo con mucho arrendar antes que comprar.
Samuel Población de la compañía CBRE España, ha afirmado que lo más posible es que se mantenga y tienda a acelerarse la tendencia de un mayor incremento de la demanda de viviendas en alquiler en el mercado inmobiliario español, incluso en un teórico escenario inmediatamente posterior al coronavirus.
El endurecimiento de las condiciones de acceso a la compra es un hecho, por lo que ya se está dando un giro hacia el alquiler tanto por parte de clientes y potenciales inquilinos, como de los promotores e inversores del sector.
Pero también hay que tener en cuenta un detalle sumamente importante, que ya en 2019, antes de la crisis pandémica, un abrumador 41% de la inversión inmobiliaria en España iba destinada al llamado build to rent: es decir, edificios destinados a alquileres, e incluso edificados ex profeso para esta finalidad.
El volumen de negocio de estas operaciones supuso 675 millones de euros el pasado año. Por lo tanto, podemos decir que este cambio hacia el apogeo del build to rent y la vivienda en arrendamiento que estamos comenzando a experimentar, ya era una tendencia del mercado de por sí, que la crisis del coronavirus no ha hecho sino agudizar e incrementar.
El build to rent seguirá creciendo
La conocida empresa de tasaciones inmobiliarias Instituto de Valoraciones pronostica un mayor aumento si cabe del build to rent, incluso para un teórico escenario post-pandémico. De hecho, ya está creciendo, pues es la forma de promoción residencial más adecuada al futuro inmediato que se está vislumbrando ya: el apogeo creciente de viviendas en alquiler frente a la compraventa.
Además, otro objetivo que ha de buscarse con ello, según la mencionada compañía de tasación, es crear servicios complementarios que simultáneamente faciliten las transacciones y trámites que haya de efectuar el potencial arrendador e inquilino, dentro de un proceso de digitalización cada vez mayor.
A medida que ya se han ido permitiendo las visitas presenciales a los inmuebles, las relaciones con el cliente combinan tales visitas, con aforo limitado y cita previa, combinado con las visitas virtuales y la relación digital y telemática con el interesado en los inmuebles.
Además, como el ritmo a la hora de decidir inversiones grandes tales como compras es mucho más lento que el de los alquileres, esto también puede traer una doble faceta positiva: por un lado, el que se lleven a cabo mayor número de transacciones en menor tiempo, con un mayor ritmo de beneficios para las promotoras y constructoras.
Las viviendas en alquiler frente a la crisis
Y por el otro, que también los clientes puedan satisfacer sus necesidades y deseos en el mercado de la vivienda con mayor rapidez y eficacia.
A ello hay que agregar también que la liquidez de que disponen los inversores es incomparablemente mayor que en la reciente crisis financiera, por lo que la reactivación y desestancamiento del sector se harán mucho más fáciles que en anteriores ocasiones.
El propio director técnico de Instituto de Valoraciones, Ismael Ruiz, afirma que la búsqueda de viviendas sigue muy activa, y que ahora el perfil preferido es de inmuebles situados a las afueras de las urbes o incluso en municipios apartados.
Es un buen momento, pues, para invertir en vivienda en alquiler y para alquilar. El propio build to rent irá garantizando espacios de nueva construcción más saludables y amplios, y más adecuados a los nuevos tiempos que corren.
