El auge actual de las hipotecas a plazo fijo es una de las características más llamativas y persistentes de un año tan lleno de altibajos y sinsabores para el sector inmobiliario. Pero ¿cuáles son las claves de este fenómeno presente del mercado?
Según afirma el responsable de Idealista/Hipotecas, Juan Villén, el hecho es que las hipotecas han sufrido una caída menor que la compraventa de viviendas. Las primeras son todavía la opción principal a la hora de adquirir una vivienda en propiedad.
A partir del mismísimo mes de marzo, según indican los datos estadísticos de Idealista, más de la mitad de las hipotecas firmadas ya eran hipotecas a plazo fijo. Ello se mantuvo hasta el verano, en que descendieron hasta el 49%, aproximadamente.
Nunca antes habían conocido semejante apogeo, y ello se atribuye a las fluctuaciones del Euríbor, que a cada mes parece conocer nuevos mínimos históricos en una permanente caída en picado.
Actualmente se encuentra muy próximo al -0’5%, como siempre en la tónica dominante de números negativos en que se supone continuará vegetando hasta 2030, habida cuenta de la lentitud en que las variaciones macroeconómicas inciden en las modificaciones de los indicadores inmobiliarios.
La guerra hipotecaria, influyente en la situación
Por tanto, una de las preguntas fundamentales es por qué se firman tantas hipotecas a plazo fijo cuando precisamente la caída del Euríbor asegura asimismo un constante abaratamiento de las cuotas hipotecarias de tipo variable.
Se cree que las razones de ello fundamentalmente son dos: por un lado, que los bancos impulsan las de plazo fijo; y por el otro, que mucha gente prefiere una cierta garantía de estabilidad ante las incertidumbres del mercado presente.
El interés que poseen los bancos en fomentar las hipotecas fijas es comprensible: precisamente, los estragos del coronavirus han precipitado las fusiones bancarias para poder zafarse de los golpes recibidos en el sector financiero por el temible virus, entre los cuales, y no precisamente de los más nimios, ha de citarse el Euríbor negativo.
Las hipotecas variables se están rebajando hasta en 120 euros dados los descensos del Euríbor
Ya que la política al respecto llevada a cabo por el Banco Central Europeo no va a variar, pues no parece vaya subir los tipos de interés ni el precio del dinero, la opinión unánime es que habrá que capear el temporal hasta que en la Eurozona los padecimientos de la crisis hayan cesado.
Se habla además, de una auténtica guerra hipotecaria en el mercado, en que todo el mundo pugna con agresivas ofertas por hacerse con el mercado los préstamos destinados a hipotecas.
Así pues, se vienen realizando ofertas de hipotecas fijas con muy bajos intereses: de entre 1,29% y el 1,85%, por debajo del promedio histórico del Euríbor, lo que acusa de por sí la férrea voluntad del sector financiero por impulsar estas hipotecas en contra de las variables. Desde Evo a Kutxabank, Bankia, Sabadell, ING, etc, numerosos son los bancos de envergadura que han adoptado esta política.
Nada parece indicar por el momento que, hasta que no se hayan efectuado las vacunaciones del grueso de las personas de riesgo (es decir, hasta la segunda mitad de 2021) varíe demasiado la situación económica general.
La estabilidad financiera de las hipotecas fijas es el otro factor que atrae a tan numerosos clientes hacia ellas. Datos del Instituto Nacional de Estadística avalan esta afirmación, pues antes de la pandemia y del confinamiento domiciliario de marzo en febrero de 2020, solo el 37,4% de las hipotecas contratadas eran de tipo fijo.
Pero a partir de marzo, mes funesto en que el Covid-19 , ese porcentaje se disparó hasta situarse entre el 48,5% y el 52,8%.