El mercado inmobiliario continúa mostrando señales de fortaleza durante 2025, especialmente en el segmento de obra nueva. Según los últimos datos del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, la compraventa de viviendas nuevas ha experimentado un crecimiento del 18% en lo que va de año, alcanzando cifras que no se veían desde 2008.
Al mismo tiempo, el precio medio por metro cuadrado ha superado los 2.500 euros en el conjunto del país, marcando un nuevo récord histórico.
Madrid y Málaga lideran el auge de la obra nueva
Aunque el crecimiento se extiende por todo el territorio, son algunas ciudades concretas las que destacan especialmente. Madrid, Málaga, Valencia y Palma concentran buena parte de la nueva oferta y, a su vez, atraen la mayor demanda, tanto de compradores nacionales como internacionales.
En Madrid capital, el precio medio de la obra nueva se sitúa ya en los 4.100 euros/m², un 6,7% más que el año pasado. En Málaga, la subida ha sido aún más pronunciada: un 9,4% interanual, impulsada por el interés de compradores extranjeros, especialmente de origen alemán y escandinavo.
“Las promociones en zonas bien comunicadas y con servicios están saliendo al mercado con precios cada vez más altos, y aun así se venden con rapidez”, explica Laura Gómez, analista del portal inmobiliario PisosNet. “La combinación de una oferta limitada, la alta demanda y unos costes de construcción disparados están tensionando los precios al alza”, añade.
Factores que explican el boom de la obra nueva
El tirón de la obra nueva no es casual. Hay varios factores que lo explican. Por un lado, muchas familias siguen optando por viviendas modernas, eficientes energéticamente y con mejores calidades que el parque de segunda mano. Además, los promotores están concentrando sus esfuerzos en zonas donde existe una fuerte demanda estructural, como los entornos metropolitanos de las grandes ciudades y áreas turísticas consolidadas.
Otro elemento clave es el perfil del comprador. “Cada vez hay más demanda de reposición: personas que ya tienen una vivienda pero buscan una nueva con mejores prestaciones, más espacio o zonas comunes”, apunta Gómez. También se nota el peso del inversor que busca vivienda para alquilar en ciudades donde la rentabilidad bruta supera el 6%.
El coste de construcción sigue presionando al alza
A pesar del buen ritmo de ventas, las promotoras siguen enfrentándose a importantes desafíos. Uno de los principales es el coste de construcción, que continúa en niveles elevados. El precio del acero, del hormigón y de la mano de obra especializada ha encarecido notablemente el coste final de los proyectos.
Según el Observatorio de Costes de la Edificación, levantar una vivienda media cuesta hoy un 20% más que en 2021. Esto ha llevado a algunos promotores a aplazar nuevas fases o ajustar el tamaño de sus promociones para mantener la rentabilidad.
¿Qué se espera para el resto del año?
Los expertos prevén que la tendencia se mantenga, aunque con un ritmo más moderado en el segundo semestre del año. La posible bajada de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo, si se concreta, podría suponer un nuevo empujón para el sector, al abaratar ligeramente las hipotecas.
Sin embargo, también hay voces que llaman a la prudencia. “Si los precios siguen subiendo a este ritmo, podríamos entrar en un escenario de sobrecalentamiento”, advierte José Luis Marín, profesor de Economía Inmobiliaria en la Universidad Autónoma de Barcelona. “La clave estará en cómo evolucione la oferta: si no se agilizan los procesos urbanísticos, la tensión en precios podría agravarse”.
En cualquier caso, la vivienda de obra nueva vive un momento dorado en 2025. Un segmento que, al menos por ahora, resiste con solidez en medio de un mercado que sigue transformándose.
